El edificio que aloja el local de Rapanui de Plaza San Martín, es un ejemplo de excelente arquitectura porteña de los alrededores del Kavanagh.

Un local en esquina donde anteriormente funcionó por muchos años, un bar clásico de Buenos Aires. A este local se le anexó  un local contiguo donde funcionaba una peletería.

En esta unión de locales, aprovechando que se contaba con gran parte del basamento del edificio, se realizó una restauración del frente dando unidad y restableciendo una relación estrecha con el edificio en su totalidad. Para ello se restauraron los toldos de bronce existentes y se completaron donde faltaban, mecanizándolos y eligiendo una tonalidad que conviviera con los tonos del edificio. Se eliminaron revestimientos que habían sido aplicados respondiendo a necesidades de marca, se restauró la piedra clara del basamento que había sido pintada, extendiendo el color del edificio a todo el frente del local.
En el interior se encontraron 3 capas de viejas remodelaciones que se fueron agregando, sobre todo a nivel de los cielorrasos. Se desmanteló y saneó el espacio, ganando de este modo altura en la zona pública. Se restauró asimismo la puerta de acceso clásica de los bares porteños.

En la elección de los materiales utilizados y a pedido del cliente se conservó el piso de mármol existente. Este fue un gran desafío debido a que el material ya no se encontraba disponible en el mercado, de modo que donde se necesitó extenderlo, se colocaron nuevas piezas de mármol en negativo respecto del existente. Como contrapunto se pelaron las columnas dejándolas de hormigón a la vista.

Restaurar y valorizar el basamento del edificio en su totalidad para amplificar la presencia del local fue una estrategia utilizada también en otros locales comerciales diseñados por PilottoSanguinetti.